05 September, 2010

~ 2

Flotaba. Contemplaba las nubes… El recuerdo martirizaba al olvido

Guardaba el dolor para la cena, y las lágrimas, para el domingo. 
Era casi definitivo, casi determinante. Casi…
Pensaba en aquella puerta que abrió.
El recuerdo era contracorriente, sin embargo, flotaba.
Pero se empapó la razón con más de una fuente de suspiros.
Sentía la situación, esos momentos que detestó, 
situación de hipocresía, engaño,
más engaño y auto-engaño.
Lo había elegido todo al mismo tiempo...
mas duró solo un instante.

La lluvia de Agosto vino, y se llevó las ultimas carcajadas.


Ahogándose.




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